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- Seguramente te pillo meditando sobre tus propuestas o metas después del verano. Ya sabes: ir al gimnasio, ahorrar, escribir un libro, adelgazar… y todas esas cosas que pensamos hacer aunque muchas se quedan en el camino, por unas razones u otras. Tal vez estés entre aquellos a los que les ronda por la cabeza una idea de negocio desde hace mucho tiempo, y puede que este año sea el momento de lanzarse.
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Claro que este propósito te lo habrás hecho muchas veces. Ya habrás perdido la cuenta de las veces que pusiste fecha para hacer realidad ese proyecto, pero cuando llegó el momento no lo hiciste. He llegado a la conclusión que los negocios no se ponen en marcha porque existen dudas. ¿De dónde voy a sacar el dinero? ¿Tendré clientes? ¿Podré vivir de esto?…
Cuando alguien va a emprender, una duda bastante común es “¿Qué sueldo me pongo?”. Los emprendedores suelen resolver esta cuestión de tres formas diferentes… todas ellas equivocadas.
No voy a cobrar
Es bastante descorazonador matarse a trabajar y no retirar nada de dinero. Además de que no se puede vivir del aire. Otra cosa es que tu pareja o familia vayan a cubrir tus necesidades el tiempo que haga falta hasta que el negocio sea lo suficientemente próspero como para que puedas retirar un salario. Si es así, ¡felicidades! En caso contrario, deja de engañarte porque no es posible. Podrás vivir con austeridad, no malgastar y renunciar a caprichos, pero necesitas ingresos.
Lo que la mata dé
El primer año va a ser duro. Habrá apreturas, los ingresos no llegarán tal como habíamos previsto, se acumularán los pagos, y no puedes pensar en vivir ajustándote a lo que vaya quedando del negocio. Pensar que podrás retirar pequeñas cantidades conforme te vaya haciendo falta y según vaya funcionando el negocio es un grandísimo error. Porque no habrá control, las pequeñas cantidades a final de mes se convertirán en una grande y nunca te cuadrarán las cuentas.
Por la puerta grande
Sí. Como ahora eres empresario tienes que tener un sueldo y que sea suculento. Claro, ahora tienes que llevar un estilo de vida de empresario: tendrás que comprar un Mercedes, ir a comer a restaurantes caros y mudarte a vivir en un residencial de lujo. ¡Despierta! Todo eso aún no te lo mereces. Ponerte un buen sueldo simplemente porque ahora tienes una empresa no es nada inteligente.
Por supuesto, si vas a trabajar debes ganar un salario. Ahora bien, este debe ser acorde con la situación. Y debe ser un gasto más que tienes que incluir en tu plan de negocio. Por tanto, si el plan de negocio no soporta que tengas un sueldo por tu trabajo desde el primer mes, ya tienes claro que el negocio no es viable.
Bueno y ¿de cuánto debería ser ese salario de emprendedor? No seré yo quien te diga lo que debes cobrar, pero sí te daré una guía para que puedas determinarlo.
Un buen punto de partida es el último salario que percibiste. Si este era suficiente como para mantener a tu familia, disfrutar moderadamente y ahorrar un 10%, es un buen salario. Si tu último salario (o el actual si eres un trabajador por cuenta ajena que quieres independizarte) no era suficiente, debes hacer un estudio de tu economía personal para determinar qué mínimo necesitáis tu familia y tú para vivir. Si no sabes hacer esto, te recomiendo que leas los artículos de mis compañeras en esta revista. Recuerda que debes separar tu economía personal de la economía de tu negocio.
Ahora eres un trabajador autónomo, y como tal tendrás que tener una cobertura médica. En el caso de España es obligatorio tramitar el alta en la Seguridad Social, en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos). Si eres de otro país, tal vez exista algún tipo de seguro similar. Este gasto es personal, y debes incluirlo dentro de tu salario. Este coste lo sumaremos al salario que comentábamos en el párrafo anterior.
Te encontrarás con que te surgen nuevos gastos personales que están relacionados con la actividad empresarial. No se deben confundir con los gastos del negocio. Son ese tipo de gastos como hacerte socio de un club de empresarios donde hacer amistades y ampliar contactos, tal vez haya que salir con más frecuencia para hacer vida social en círculos relacionados con el sector en el que trabajas, ampliar y reciclar la formación personal, etc. Por todo ello sumaremos un 15% al salario.
También pagaremos impuestos, según los ingresos que tengamos. Debemos valorar la cuantía de estos para sumarlos también al salario que nos vamos a poner. En el caso de España el impuesto sobre la renta es un poco complejo pero, básicamente, sobre los ingresos brutos se aplican una serie de deducciones según las circunstancias personales, aplicando sobre el resultado un porcentaje según los tramos impositivos que se han fijado. Lo ideal es entrar en la web de la Agencia Tributaria, donde podemos encontrar un simulador para determinar la cuantía de los impuestos que deberíamos abonar, en función de los ingresos que anteriormente hemos calculado.
Bien, llegados a este punto ya sabemos cuál debe ser el salario justo de un emprendedor. Más adelante, si el negocio es próspero, podrás permitirte subirte el salario, pues te lo habrás merecido.
Para comenzar, recuerda que tu salario de emprendedor debe ser: último salario por cuenta ajena, más tu seguridad social o equivalente, más un 15% para gastos de difícil justificación, más los impuestos que correspondan por todos esos ingresos.
Para terminar, simplemente me queda desearos a todos, desde aquí, que disfrutéis de nuestro portal y si te ha gustado ¡comparte!