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- Esta receta financiera de hoy, te trae todos los ingredientes para ayudarte a reflexionar y a descubrir que a veces la falta de dinero, es sólo una excusa. Como dijo Henry Ford: ” Tanto como si piensas que puedes, como que no puedes…estás en lo cierto”.
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– Plato Principal –
¿Cuántas veces has escuchado una frase comenzando por “Si tuviera dinero….” seguida de un rotundo “peeero…”?
Muchas ¿cierto? Y ahora, siendo sincero/a (y teniendo en cuenta que nadie escucha tu respuesta), ¿cuántas veces la has pronunciado tú? OK, no me contestes… pero tenlo en mente mientras sigues leyendo.
Muy a nuestro pesar, y aunque nos cueste reconocerlo, la mayoría de las personas somos procrastinadores natos, entendiéndose por procrastinación como el acto de posponer actividades importantes o que requieren nuestra atención por otras más banales, superfluas y agradables.
¿No me crees? Aunque no seamos plenamente conscientes de ello, cada vez nos cuesta más concentrarnos, tener un foco único, perseguir un objetivo importante y terminar las tareas con tiempo, sin el estrés y la prisa del último momento.
Casi no somos capaces de limitarnos a navegar por una página de internet sin hacer otra cosa al mismo tiempo, ni podemos dejar de chequear las redes sociales como mínimo una vez al día. Miramos nuestro teléfono a cada instante por si nos hemos perdido alguna alarma, y nos ponemos a mirar televisión cuando deberíamos estar estudiando, o jugamos a algún videojuego cuando queremos distraernos de una tarea importante.
Yo no voy a ponerme precisamente como ejemplo a seguir, porque estoy escribiendo este articulo cuando faltan tan sólo dos días para la publicación de la revista, pero sí quiero aprovechar mi caso para esta reflexión.
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Muchos de nosotros tenemos grandes sueños o ideas que se desvanecen en el instante en que pronunciamos las palabras “si tuviera dinero, pero…”, porque el hecho de decirlo en voz alta actúa como pócima mágica para hacer desaparecer todas nuestras buenas intenciones.
¿Sabías que la falta de dinero es sólo una excusa para procrastinar? Sí, como lo lees, no tener dinero no es en ningún caso impedimento suficiente para lograr lo que deseamos. Aunque sí es verdad que nos agrega dificultades, no es una razón con tanto peso como para paralizar o suspender todos nuestros planes.
Voy a intentar demostrártelo con dos de las excusas más comunes que nos impiden avanzar:
“Si tuviera dinero….montaría mi propia empresa o trabajaría por mi cuenta, pero como no lo tengo sigo como empleado/a en un trabajo que no me gusta y encima está mal pagado”.
Esta es una de las principales excusas que nos atan a nuestra zona de confort, esa zona que nos mantiene seguros, donde nuestra realidad, aunque no sea la esperada, sí está en cierto modo bajo control.
Estamos tan acostumbrados a hacer siempre lo mismo, de la misma manera, que dejamos de tomar riesgos, de evolucionar, y nos resignamos a aceptar una realidad que nos sentimos incapaces de cambiar, aunque no la deseemos ni nos haga completamente felices.
¿Sabías que el mundo está repleto de inversores que esperan ávidos para financiar buenos negocios y buenas ideas que les hagan ganar más dinero? Y no sólo grandes inversores, sino también muchos de tus amigos, familiares, etc., se sentirían afortunados de darte su dinero si ellos también, además de ayudarte, pudieran ganar ingresos extra con ello.
Muchas veces, el problema radica en que confundimos la falta de dinero con una idea de negocio o emprendimiento que no es viable o rentable, y por eso en realidad no la llevamos a cabo, o no deberíamos hacerlo si no queremos comprometer nuestro futuro financiero.
En cambio, cuando la idea es buena, viable, rentable y tú eres la mejor persona para llevarla a cabo, te aseguro que puedes conseguir el dinero.
Hoy en día existen muchas maneras diferentes de obtener financiación, como el crowdfunding o el crowdlending, algunos sitios webs, etc. que están plenamente a tu alcance y a tu disposición.
Otra de las excusas clásicas es: “Si tuviera dinero y ganara más podría ahorrar pero….”
Si fuéramos estrictos llevando el control de todo lo que gastamos mes a mes, nos daríamos cuenta de que una parte de nuestros ingresos los empleamos en cosas que no necesitamos, totalmente prescindibles o superfluas y en muchas ocasiones motivadas por caprichos o necesidades momentáneas.
Puedes creer que no es así, pero estoy segura de que no necesitabas tomarte un café o una cerveza en un bar con un amigo, comprar una revista, un nuevo par de zapatos o simplemente ir al cine.
Claro que son cosas que nos gustan y nos dan placer, y no estoy sugiriendo de que dejes de hacerlas, pero lo digo simplemente para que seamos conscientes de que muchas veces dejamos de ahorrar para emergencias o para lograr un futuro mejor no porque no sea posible, sino porque no lo deseamos lo suficiente.
Un buen trabajo de auto-conocimiento y de desarrollo personal es cuestionar nuestras propias creencias. La próxima vez que te sientas en la tentación de decir “si tuviera dinero…” o simplemente utilices las palabras “no puedo”, pregúntate seriamente: ¿No puedo o no quiero? Y, a continuación, reflexiona sobre tu respuesta.
-Postre-
Para finalizar les dejo una frase de Jim Rohn que me gusta mucho:
“Si realmente quieres hacer algo, encontrarás una manera. Si no, encontrarás una excusa”
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Verónica Deambrogio